¡VOX y el PP sucumben ante el poderoso lobby de los cazadores!

En una vergonzosa muestra de sumisión, estos partidos políticos de derecha y ultraderecha se han postrado ante las exigencias del sector cinegético. Si logran ganar las elecciones del 23J, cumplirán al pie de la letra los caprichos de los cazadores, dejando en el olvido todos los avances en bienestar animal y protección del medio ambiente que tanto trabajo han costado.

La propuesta es escalofriante: pretenden convertir a todo el país en un inmenso 'coto de caza'. Quieren que las licencias de caza sean válidas en todo el territorio nacional, sin importar dónde se soliciten. Además, exigen el permiso para cazar dentro de los Parques Nacionales, en una clara muestra de falta de respeto hacia la biodiversidad y los ecosistemas protegidos. Como si esto fuera poco, proponen la creación de un absurdo "Observatorio de Violencia Animalista" para reprimir a quienes defienden a los animales y desviar la atención de los verdaderos actos de violencia.

Pero sus ansias de retroceso no terminan ahí. Buscan que la caza sea considerada un patrimonio cultural inmaterial y que se reviva la práctica del silvestrismo, una actividad cruel y despiadada que debe quedar en el pasado. También pretenden modificar el Código Penal para excluir a los animales silvestres de la protección legal, en un intento descarado de legitimar la caza indiscriminada.

Bajo la máscara de palabras como sostenibilidad y ecología, intentan promover la actividad cinegética en la sociedad, incluyendo a jóvenes y mujeres en este oscuro mundo de violencia y muerte. Es fundamental que todos revisemos el documento titulado 'Compromiso Político con la Actividad Cinegética 2023/27' para decidir si queremos apoyar a los animales y a quienes los defienden, o a aquellos que los persiguen, acosan y matan por pura diversión.

Tanto Vox como el PP han caído rendidos ante las demandas de los cazadores. No se trata de simples dirigentes, sino de los más altos cargos de estas organizaciones. Santiago Abascal, presidente de Vox, y Cuca Gamarra, secretaria general del PP, han firmado su compromiso con el sector cinegético en actos públicos, respaldando la derogación de la ley de bienestar animal y la creación del cuestionable "Observatorio de la Violencia Animalista".

Es sorprendente cómo estos partidos políticos dan la espalda a la lucha contra la violencia de género, pero se apresuran a respaldar el concepto de "violencia animalista" promovido por los cazadores. Incluso han posado para fotografías junto al presidente de la Real Federación Española de Caza, Manuel Gallardo.

A pesar de que el interés por la caza ha disminuido considerablemente en España, no son pocos los partidos políticos que consideran necesario cortejar al sector cinegético para obtener votos. La caza ha llegado a la política y aquellos que no defiendan esta práctica serán castigados en las urnas, según advierte Gallardo.

El lobby cinegético ha logrado influir en decisiones políticas recientes, como la enmienda a la Ley de Bienestar Animal para excluir a los perros de caza de su protección. Aunque la afición por la caza ha ido disminuyendo, los dirigentes cinegéticos no han logrado atraer a nuevos cazadores, lo que demuestra la falta de atractivo de esta actividad.

Es preocupante que Vox y el PP se pongan a la cola de este movimiento que busca frenar cualquier avance en protección animal y medioambiental. Mientras tanto, la Real Federación Española de Caza solicita acceso a las escuelas para promocionar la caza entre los jóvenes, en un intento desesperado por reclutar nuevos adeptos.

Es hora de reflexionar y examinar detenidamente este documento vergonzoso. ¿Realmente queremos respaldar a aquellos que acosan y matan animales por diversión? ¿O preferimos apoyar a quienes luchan por un mundo más ético y respetuoso con todas las formas de vida? El destino de los animales y nuestro compromiso con la justicia está en nuestras manos.