En un acto que ha generado indignación y repudio, el Parlamento de Andalucía ha cedido ante las demandas de VOX, otorgando su apoyo al polémico Plan de Caza y al cruel silvestrismo. Purificación Fernández, diputada del Grupo Parlamentario VOX por Málaga, ha mostrado su satisfacción tras lograr sacar adelante una Proposición No de Ley en la Comisión de Medio Ambiente, celebrada recientemente.

El objetivo principal de esta propuesta era impulsar la implementación del Plan Andaluz de Caza, en clara muestra de desprecio hacia la vida animal. Además, VOX ha obtenido el respaldo para que la administración andaluza defienda el silvestrismo, una actividad salvaje y bárbara que es considerada como una auténtica afrenta a los derechos de los animales.

Con su apoyo a estas medidas, el Gobierno de PP en la Junta de Andalucía demuestra una vez más su falta de empatía hacia los seres vivos y su deseo de satisfacer los intereses de quienes promueven la violencia y el sufrimiento animal. En lugar de proteger y preservar la vida silvestre, el PP ha decidido respaldar una práctica cruel que nos remonta a tiempos oscuros y primitivos.

La diputada Fernández ha sido tajante en sus críticas hacia el consejero de Medio Ambiente, Ramón Fernández-Pacheco, a quien ha acusado de incumplir reiteradamente las promesas realizadas al sector del silvestrismo. Mientras tanto, los estudios científicos necesarios para evaluar la viabilidad de esta práctica se encuentran paralizados, lo que demuestra la falta de voluntad política de VOX y del PP para abordar este tema de manera responsable.

El silvestrismo, una actividad que implica la captura de aves silvestres, ha sido objeto de controversia a nivel europeo, con la suspensión de su autorización excepcional hasta que se demuestre su viabilidad a través de estudios científicos. Sin embargo, VOX y sus seguidores insisten en perpetuar esta práctica bárbara y retrógrada, haciendo caso omiso de los avances en materia de derechos de los animales y conservación de la biodiversidad.

Mientras el mundo avanza hacia una conciencia más ética y antiespecista, VOX se aferra a valores arcaicos y crueles, defendiendo una actividad que supone un atentado directo contra la vida y la dignidad de los animales. Es inadmisible que en pleno siglo XXI existan políticos dispuestos a respaldar la barbarie en lugar de fomentar la compasión y el respeto hacia todas las formas de vida.

La aprobación de estas medidas retrógradas solo demuestra el desprecio de VOX hacia el bienestar animal y su falta de conciencia sobre la urgente necesidad de proteger nuestro entorno natural. Es una vergüenza que, en lugar de avanzar hacia una sociedad más justa y respetuosa con todos los seres vivos, estemos retrocediendo hacia prácticas medievales que deberían haber quedado en el pasado. ¡Basta de apoyar el maltrato animal!