Avance en El Verger, Alicante: Adiós al 'bou embolat', pero ¿qué pasa con los 'bous al carrer'?

La decisión del Ayuntamiento de El Verger de eliminar el polémico 'bou embolat' de sus festividades es, sin duda, un motivo para celebrar la defensa del bienestar animal. Sin embargo, este avance nos obliga a reflexionar sobre otro aspecto crucial: los 'bous al carrer'. Estos festejos, aunque diferentes en su forma, también someten a los animales a un trato que merece ser cuestionado.

Es innegable que los 'bous al carrer' causan estrés, dolor y sufrimiento innecesario a los toros. En estos eventos, los animales son perseguidos y acosados por multitudes, lo que genera situaciones de ansiedad extrema y lesiones. La persistencia de estas prácticas en nuestra sociedad nos recuerda que aún consideramos a los animales como meros recursos para nuestro entretenimiento, una mentalidad que debe cambiar.

El Ayuntamiento de El Verger ha argumentado que los 'bous al carrer' no involucran el mismo nivel de maltrato que el 'bou embolat'. Sin embargo, no podemos ignorar el sufrimiento que experimentan estos animales en nombre de la diversión. La mera diferencia en la forma de maltrato no justifica su continuación.

La abolición del 'bou embolat' debe ser el punto de partida para una conversación más amplia sobre nuestra relación con los animales en los festejos taurinos. Debemos preguntarnos si es ético y necesario utilizar a los toros como objetos de entretenimiento. La respuesta, desde una perspectiva basada en el respeto y la empatía hacia todas las formas de vida, es clara: debemos suprimir los 'bous al carrer' y cualquier práctica que cause sufrimiento a los animales.

Las fiestas taurinas, como el 'bou embolat' y los 'bous al carrer', han sido durante mucho tiempo un reflejo de la masculinidad tradicional hegemónica en nuestra sociedad. Estas festividades a menudo promueven una visión de la masculinidad basada en la valentía, la dominación y el control sobre seres vivos, perpetuando la idea de que la bravura y la virilidad se demuestran sometiendo y enfrentándose a animales. Sin embargo, es esencial reconocer que esta noción de masculinidad está evolucionando. Cada vez más, la sociedad se aleja de la idea de que la valentía y la fortaleza se miden por la capacidad de causar sufrimiento a otros seres, abriendo el camino a una masculinidad más empática y consciente, que busca la protección y el respeto hacia todas las formas de vida en lugar de su explotación. La abolición de prácticas taurinas crueles es un paso hacia la redefinición de la masculinidad en términos de compasión y consideración hacia los demás.

La sociedad está evolucionando, y nuestras tradiciones deben evolucionar con ella. La eliminación del 'bou embolat' en El Verger es un paso adelante, pero no debemos detenernos ahí. Debemos trabajar hacia un futuro en el que los animales sean tratados con el respeto y la consideración que merecen, no como recursos para nuestra diversión, sino como seres que merecen una vida libre de sufrimiento.