¡Atención, amantes de la crueldad animal y el desprecio humano! Las festividades en Teruel y Murcia nos traen una sorpresa escalofriante este año. No solo podrás presenciar el sufrimiento de inocentes terneros, ¡sino que también podrás reírte de personas con enanismo! Sí, has leído bien, esta vez la diversión incluye a seres humanos discriminados y humillados en nombre del entretenimiento.

Las asociaciones de defensa de los derechos de las personas con enanismo han alzado su voz en contra de estos espectáculos vergonzosos. Según la nueva legislación europea y nacional, se exige que no se discrimine a personas con discapacidad en eventos públicos y recreativos. Sin embargo, parece que a las autoridades no les importa cumplir la ley y prefieren disfrutar de la burla y la mofa del público a costa de aquellos que son diferentes.

¿Quién necesita respeto y dignidad cuando puedes deleitarte con la humillación ajena? Las asociaciones argumentan que estos eventos atentan contra la dignidad humana y utilizan la discapacidad como objeto de risa y escarnio. Pero, ¿quién se preocupa por la dignidad cuando se puede disfrutar de una buena carcajada a expensas de los demás?

Pero eso no es todo, ¡también hay terneros sacrificados en el altar de la diversión sádica! Estos animales inocentes son sometidos a una vida de tormento y crueldad para complacer los deseos de una audiencia que disfruta con la explotación y el sometimiento de bebés. ¿Qué importa el sufrimiento de estos seres sintientes cuando podemos disfrutar de su agonía?Parece que la legislación no es más que una ilusión en estos eventos macabros. ¿Acaso importa el sufrimiento y la dignidad de las personas y los animales cuando el dinero y el entretenimiento están en juego?

En definitiva, Teruel y Murcia nos ofrecen una combinación perfecta de crueldad animal y humillación humana en nombre de la diversión. ¿Quién necesita empatía y respeto cuando puedes disfrutar de la degradación ajena? Es hora de replantearnos nuestras prioridades como sociedad y dejar de apoyar estas prácticas aberrantes que solo perpetúan el sufrimiento y la discriminación.

Corresponsal en asuntos taurinos Alba Álvarez-Caballero

Fuente: El País